Sesión 21: Yartar - Tratos obscuros en Yartar
Hace ya varios días una patrulla de doce militares de
Triboar se encontraron y derrotaron a un grupo de cultistas de la Flama Eterna
cercas de las colinas. Sin saber lo que ellos cargaban ellos llevaron un orbe
de devastación en su contenedor de vuelta a Triboar, pero pronto este desapareció
cuando fue robada por Nareen Dhest del baúl del lord protector de Yartar y
llevarla consigo a la ciudad de Yartar. Pronto espías en Triboar se dieron
cuenta por la descripción del articulo robado y el modo en que había sido
encontrado que un peligroso objeto de destrucción podría estar en las manos
equivocadas.
Yartar es la única ciudad importante que ha logrado
prosperar en la frontera salvaje, un lugar con gran renombre para hacer
cualquier tipo de tratos y mercaderes, contrabandistas, mercenarios y espías de
todo el norte se encuentran en las tabernas y callejones de Yartar para hacer
negocios. El gremio conocido como la Mano de Yartar es una de las más grandes
colecciones de canallas entre Waterdeep y Luskan. Cuando asaltaron objetos
confiscados por las autoridades de Triboar no esperaban obtener en su posesión
un orbe de devastación, al enterarse de lo que tenían hicieron lo que cualquier
gremio de ladrones con algo de respeto propio haría: Subastarla al mejor
postor.
Como responsable de la venta del orbe Nareen empezó a correr
rumores de que pronto se llevaría a cabo una subasta con un artículo muy
especial en la ciudad. Al ser un lugar donde espías del Lord Alianse,
Zhentarim, Harper, La Mano de Yartar y otras organizaciones del bajo mundo mantenían
treguas de negocios, sin duda sería una buena oportunidad para deshacerse de
tan peligroso artefacto y por qué no, darse un buen baño en oro. Aquellos
rumores pronto llevaron a los aventureros a la posada de guiño y beso, una
famosa taberna la parte comercial de Yartar. Después de pagar algunas bebidas,
comida y coquetear con las voluptuosas mujeres y fornidos hombres del local
lograron obtener la noticia de que en dos noches se llevaría a cabo la subasta.
Intentaron persuadirles de compartir más información pero era obvio que solo sabían
lo que necesitaban saber.
Ninguno de los aventureros había participado nunca en una
subasta por lo cual imaginaron asistirían personas con trajes elegantes y
formales por lo cual pasaron los siguientes días en explorar los mercados en
busca de curiosidades, restablecerse de equipo y disfrutar de habitaciones con
agua caliente, camas de lujo acompañado de servicio a la habitación de
cualquier cosa que quisieran, al precio correcto. El cazador de la red obscura
por primera vez en mucho tiempo se dio un baño usando jabón y perfume para
luego cambiar su gastado traje de cazador por un elegante traje de noble, los
caballeros en armadura mandaron que esta fuera recibieran mantenimiento,
quitando abolladuras, arreglando desperfectos, puliéndolas hasta brillar y
ordenando que les pusieran de adorno un moño al cuello (sin duda un toque muy
muy excéntrico), por su parte la picara del grupo decidió permanecer con un
perfil más bajo temiendo que exhibirse fuera una mala idea.
El día de la subasta, a unas horas de dicho evento los
aventureros encontraron viejos conocidos
de viajes anteriores, un monje dragon born y un extraño mago con visiones de la
ciudad en llamas que trataba de advertir sin éxito que una calamidad ocurriría,
sin duda un mal presagio de lo que podría suceder. Una vez en la subasta
entraron para encontrar que gran parte de las personas estaban tapadas con túnicas
o vistiendo mascaras entre otras cosas para no mostrar sus identidades, a
excepción de alguno que otro noble corrupto que se pavoneaba con seguridad y
traficantes ya conocidos en la ciudad que venían con su propio grupo de
matones. Las cosas no empezaron bien ya que los dos miembros de la red obscura,
la picara y el cazador fueron rápidamente expulsados cuando se le encontró a la
picara intentando lanzar un conjuro y el cazador intento sobornar a los
guardias para que le permitieran quedarse. El negocio no quería enfurecer a ningún
grupo por lo cual las reglas serian tomadas, si no lo hacía en el mejor de los
casos no recibiría su parte por la subasta.
Los demás aventureros fingieron que no conocían a sus
compañeros y pronto la subasta empezó exhibiendo gran cantidad de artículos,
ropas finas del lord protector de Triboar, tapicería azul con temas marinos,
pociones robadas a magos, armas del mercado negro e incluso un trozo de caparazón
de dragón tortuga, pero varios de los grupos esperaban un artículo más, el
orbe. La subasta inicio con 500 oros pero pronto la cantidad empezó a subir
hasta que los aventureros la compraron por 3000 oros. Se les informo que al
final del evento se les daría la localización de su compra siempre y cuando
pagaran al dueño del local la mitad de lo acordado y la otra mitad al recibir
el artículo. El evento continuo un poco más mientras las personas salían o eran
echadas conforme obtenían lo que habían comprado hasta que solo quedaron los
aventureros, Nareen con sus subordinados y el personal del lugar.
Ella estaba a punto de decirles donde se encontraba su
compra cuando un virlote envenenado salió por una ventana dejándole en el suelo
agonizante mientras que sus hombres asustados por lo que acababa de suceder
culparon a los personajes mientras sacaban sus armas. En ese mismo momento
picara y el cazador que esperaban afuera observaron a un grupo de 3 personas
encapuchadas alejándose del lugar, por curiosidad se acercaron a ver qué era lo
que sucedía encontrándose con Haliyra Ravenfast, otro miembro de la mano de
Yartar que había encontrado otro postor, Ghald, de un extraño grupo de piratas
que se hacían llamar la Sociedad del Kraken y que deseaba quedarse con las
ganancias de ese trato. Intentaron burlar a sus interceptores pero al ver que podían
seguirle el ritmo la asesina y sus espías les rodearon. La pelea fue pareja
pero la experimentada Haliyra salió corriendo en cuanto sus oponentes cayeron inconscientes
por sus ponzoñosas puñaladas.
Los aventureros dentro de la posada procuraron atender a
Nareen que se encontraba al borde de la muerte lo cual convenció a sus matones
de que los aventureros eran inocentes, por otro lado Nareen estaba asustada de
lo que había pasado y tenía sus sospechas por lo cual dio un corto pero claro
mensaje "Paguen los 1,500 oros que falten y les diere donde está el orbe, están
locos si piensan que me arriesgare a que otra flecha me atraviese el pecho. Si
intentaron matarme es porque alguien quiere que nadie más llegue", sin
otra opción pagaron en efectivo y les proporciono un mapa de la ciudad que los llevaría
al cementerio, explicándoles que el orbe se encontraba en un mausoleo.
Al salir del lugar encontraron a sus compañeros en muy mal
estado pero rápidamente fueron curados con magia para que pudieran continuar,
era una carrera contra el tiempo y si no actuaban en este momento perderían el
orbe. Al seguir las instrucciones llegaron al mausoleo justo a tiempo para ver
como un grupo de caballeros sacaba de una cripta una caja. Un ser extraño en túnica
se dio a la fuga con el orbe mientras que los demás se interponían para darle
tiempo de escapar, pero después de poco tiempo los caballeros fueron derrotados
y la criatura reptiloide de cuatro brazos que tenía el orbe. Todo parecía bien
hasta que el mago del grupo empezó a analizar el artículo notando que se había
fracturado durante el combate y que podría explotar en cualquier momento.
El grupo se asustó de la idea de que el orbe explotara en la
ciudad pero el mago pudo combinar la caja con extraños símbolos y agua bendita
para detener al menos por unas horas la explosión inminente. Después de
pensarlo decidieron ir a unas colinas cercanas para detonar el orbe esperando
que provocara el menor daño posible. Crearon un domo mágico para protegerles de
lo que pudiera suceder y tiraron la caja con un risco para luego ver un ligero
resplandor naranja rodeando el lugar. Al principio no parecía mucho pero pronto
era obvio que el calor fuera del domo era extremo, pronto algunos animales que
pasaban por la zona empezaron a caer exhaustos, fuegos salvajes aparecieron un
par de horas después, la vegetación se secó y las cosas fuera del domo
simplemente empezaron a prenderse en llamas. A veces fuegos salvajes rodeaban
el domo mientras que otras tornados de fuego surgían por momentos dejando
cenizas a su paso, cuando todo termino salieron y pudieron ver que aquel objeto
sin duda era peligroso, salvaron a Yartar de lo que pudo ser un horrible final.