martes, 19 de julio de 2016

Princes of the Apocalypse Session 23: Temple of Black Earth – Statue of Ogrémoch

Sesión 23: Templo de la Piedra Negra - Puertas de Tyar-Besil

Gracias a las acciones de los aventureros algunas facciones habían empezado a observar los problemas que caían sobre el Valle Dessarin decidiendo que debían algunos refuerzos para detener al Culto de la Tierra Negra que estaba causando grandes estragos. Ha estos se les dio información para poder contactar con aquellos que se habían internado al Monasterio de la Piedra Sagrada. El primer grupo de aventureros había pensado intentar infiltrarse para tratar de averiguar información, otros se habían separado buscando a los prisioneros debajo del monasterio mientras otros se habían quedado atrás cuidando la retaguardia, correspondería a este segundo grupo el ser la primera ofensiva para luego reunirse cuando terminen sus objetivos.

El equipo de nuevo de aventureros se conocía poco entre sí, pero era momento de demostrar a sus facciones la confianza que habían puesto en ellos, aunque el lugar prometía que sin apoyo la situación podría írseles de las manos. Sin demasiado problema llegaron a las antiguas escaleras que habían sido abiertas previamente. Una vez que bajaron las largas escaleras debajo del monasterio se encontraron con un puente de piedra que cruzaba lo que parecía ser un profundo abismo.

El lugar era silencioso y con la luz de antorchas pudieron percibir largas columnas que salían del abismo que apenas se veían desde la orilla del puente con estatuas de demonios alados en ellas. Por un momento pensaron que podrían ser gárgolas pero ya habían visto antes estatuas que solo eran eso. Continuaron cruzando por el puente para luego voltear hacia pesados aleteos y ver tres gárgolas salían de a su encuentro. En su desesperación intentaron hacer la señal de la piedra negra pero habían sido instruidas para atacar a cualquiera que no lo haya hecho antes de cruzar más allá de la mitad del puente.

Las gárgolas envistieron contra los aventureros con un objetivo en particular, tirarlos por el profundo abismo para que sea la misma tierra la que los aplastara. Los aventureros hicieron foco de sus ataques a una de las gárgolas derribándola rápidamente pero las otras dos gárgolas contra atacaron logrando empujar a dos aventureros por el abismo. Ellos habían caído por cercas de cien pies a lo que parecía un siniestro cementerio de alguna antigua guerra, uno de los aventureros estaba herido de gravedad mientras que el otro presentaba heridas graves pero aun podía moverse para darle una pócima a su compañero. Mientras en el puente la situación se veía cada vez más obscura, no había señales de sus compañeros y ahora se encontraban en desventaja hasta que flechas y fuego salió de la obscuridad impactando a las gárgolas y terminando por destruirlas.

Una vez que todos volvieron a subir hasta el puente cruzaron de nuevo por el puente hasta encontrarse con una gigantesca puerta derruida que alguna vez fue la puerta de la antigua fortaleza enana de Tyar-Besil que actualmente estaba ocupada por los cultistas. Con cuidado cruzaron las puertas confiados en no tener que volver a tratar con más abismos encontrándose con la primera línea de defensa real del culto desprevenida, un grupo de cuatro hobgoblins y a Nartham, un burrowshark (soldado elite del culto) montado en su bulette. No hubiera funcionado del todo el hablar con ellos ya que el violento de Nartham simplemente hubiera buscado una excusa para matar por la mas mínima sospecha, no es que alguien le fuera a decir nada por matar a un compañero de nuevo.

Un mago en el grupo uso su magia para eliminar a los hobgoblins en un abrir y cerrar de ojos lo cual convirtió una pelea desfavorable en una relativamente simple. Tenían que avanzar rápido antes de que llegaran refuerzos y avanzaron por los pasillos hasta llegar a una gigantesca estatua de un monstruoso hombre de piedra aplastando humanos bajo sus pies y con alas de dragón saliendo de su puño cerrado. Un pequeño vistazo de lo que haría Ogrémoch si lograba entrar a nuestro mundo.

Decidieron explorar un poco más encontrando las barracas donde algunos de los guardias estaban dormidos. Después de derrotar al bullete y el abismo de las gárgolas esto era sencillo y sus esfuerzos fueron recompensados con un juego de túnicas de cultistas con las cuales podrían infiltrarse en el culto y moverse más libremente.


martes, 5 de julio de 2016

Princes of the Apocalypse Session 22: Sacred Stone Monastery – The Ancient Stair

Sesión 22: Monasterio de la Piedra Sagrada - Las antiguas escaleras

Los aventureros volvieron a la ciudad de Yartar buscando descanso después de la difícil noche. Una subasta en el submundo, una pelea un asesino, un grupo rival que adelantados a ellos y el llevar un peligroso orbe de devastación a una región poco poblada para detonarla. Aquello no había pasado desapercibido, un grupo en particular intento comprar el peligroso objeto para neutralizarlo cuando el grupo de aventureros gano la subasta, incluso planearon el robarlo pero dado lo sucedido solo podían tratar de investigar quienes eran los que aventureros.

Un semi-elfo adepto al espionaje, infiltración y la música se sorprendió al escuchar las descripciones de los aventuraros involucrados en la subasta al reconocer a antiguos compañeros de aventura. Siempre había tenido una idea de incompetencia de ellos y el hecho de explotar una bomba enfrente de los dominios de su facción le reforzaba aquella idea por lo cual se postuló para buscarles y preguntarles sobre lo sucedido. No tuvo muchos problemas para encontrarlos mientras desayunaban en una posada mientras les exigía una explicación, al parecer volar aquello lejos de la ciudad era lo mejor que los aventureros podían hacer con sus recursos.

Era momento de planear su siguiente movimiento. Durante su viaje a Yartar el culto de la tierra negra les ataco dos veces, los últimos de muchos intentos de matarles. Era momento de enfrentarse con ellos por lo cual volverían al Monasterio de la Piedra Sagrada para buscar las antiguas escaleras que escondía su mina subterránea y enfrentarse a sus líderes. Sabiendo de los peligrosos que eran los cultos elementales el semi-elfo decidió acompañarles y asegurarse de que no provocaran demasiado daño colateral.

El viaje fue relativamente tranquilo, la última vez que salieron del monasterio encontraron un túnel subterráneo que se abría paso hasta cavernas que se encontraban en el monasterio. Sin duda era una buena oportunidad para entrar sin ser vistos y empezaron a arrastrarse por el estrecho camino. Todo parecía normal hasta que una pared de tierra diferente a la piedra caliza del lugar, estaban a punto de volver cuando la tierra se empezó a mover y un puño de tierra salió del techo del túnel hiriendo a uno de los aventureros, un elemental de tierra les cubría el camino. Con todos en el suelo sin posibilidad de levantarse la situación era cuando menos incomoda pero gracias a certeras flechas mágicas y magia lograron derrotarle rápidamente, desafortunadamente el final del túnel estaba colapsado y ya no era viable.

Una vez fuera de nuevo tenían que encontrar otra manera de entrar, observaron atentamente el frente del monasterio que el cual tenía a un guerrero aparentemente solitario custodiando, pero un hechizo revelo que cuatro de las estatuas que estaban al frente del lugar eran realmente gárgolas. Se tomó la decisión de disfrazarse como cultistas capturando prisioneros lo cual para su suerte funciono y fueron escoltados al santuario de piedra donde un joven clérigo de la tierra había tomado el mando después del asesinato del anterior en el cargo.

Estaba bastante alegre de capturar a los peligrosos aventureros, causantes de tantos problemas, pero el gusto duro poco al soltar sus débiles ataduras los prisioneros revelando cuando uno de los disfrazados que grito sobre gárgolas a la expectativa. El clérigo apenas tuvo tiempo de reaccionar y correr hasta una palanca en el suelo esperando que cayeran por una trampilla la cual los aventureros con gran destreza evitaron y en apenas unos momentos había sido derrotado mientras las gárgolas apenas y se levantaban de sus lugares para ser igualmente derrotadas.

Los aventureros sabían que debajo de la rampa se encontraba una extraña monstruosidad conocida como Humber Hulk ciega y mutilada, con espadas en lugar de garras. Mientras fueran silenciosos podrían ir por una de las puertas que se encontraba en ese lugar y acceder a los túneles  hacia una enorme puerta de hierro con el símbolo del culto de la tierra negra. Durante la primera incursión habían obtenido la llave, era hora de descender por la larga escalera y ver con sus propios ojos el Templo de la Tierra Negra.