sábado, 12 de diciembre de 2015

Princes of the Apocalypse Session 11: Sighing Valley – The Hunt

Sesión 11: Valle de los susurros – La cacería

Una vez asegurado la torre controlada por la Luna Escarlata los aventureros se dieron cuenta de que en el fondo de la torre, debajo de al menos quince pies de escombros de madera y piedra, probablemente se encontraba algún pasadizo o túnel que llevara al subsuelo. El hecho de mover cantidad tan monumental de escombro no parecía un trabajo apropiado para ellos por lo cual se dirigieron al pueblo más cercano para contratar obreros, Redlarch.

Una vez llegados el clima volvió a cambiar de nuevo en forma violenta, pero en esta ocasión con un efecto que sin lugar a dudas era completamente antinatural. Ranas empezaron a llover por los cielos despedazándose con violencia al chocar con el suelo, rompiendo ventanas he incluso matando animales que no lograron encontrar refugio. La gente del pueblo les reconoció como aquellos que habían profanado tanto a los creyentes como matado a varios de los guardianes del pueblo por lo cual fueron rápidamente expulsados del pueblo que hubiera intentado lincharlos si no fuera por la grotesca tormenta.

Una vez en el templo de todas las deidades descubrieron que las personas que habían ayudado a capturar por los asesinatos en las profundidades de Redlarch no solamente habían terminado su juicio como inocentes, si no que ahora controlaban la ciudad ya que habían sido "elegidos por las piedras", ya no era un lugar seguro para encuentros y les advirtieron que tuvieran mucho cuidado de los contactos que visitaban, a ojos del pueblo todo había empezado con los aventureros y cada vez era más la gente que estaba dispuesta a intentar matarles si eso restauraba la paz.

Cansados de no encontrar ayuda se dirigieron al siguiente lugar del cual sospechaban que podría contener uno de los cuatro cultos que parecían pelear entre sí por la región, por lo cual se dirigieron a la misteriosa torre donde se decía que sería como club para nobles de Waterdeep, aun que llegar por tierra no era simple para cualquiera ya que tendría que atravesar el valle susurrante, un cañón con un desfiladero, un pequeño rio que le atraviesa y el viento parece susurrar al pasar el por las estructuras naturales del lugar.

Luego de cruzar el valle y enfrentar los peligros naturales del lugar llegaron frente a la torre de las plumas elegantes donde fueron recibidos y se les permitió rondar en el lugar. El club al parecer cumplía su décimo aniversario y aquella noche celebrarían con una suntuosa mesa. La mayoría de los nobles en el lugar provenían de familias de caballeros o habían sido intrigados por las historias de capa y espada, dejando de lado el dinero por la emoción y honor en el combate y la libertad que daba el montar en él aire. Después de todo al parecer era un simple club de vuelo, fundado por un caballero de grifos retirado Thurl Merosska.

Durante la cena los aventureros fuego juzgados tanto por sus historias como por su comportamiento, últimamente estaban en busca de nuevos miembros aun que de igual importancia era saber si ellos no eran los enemigos de Waterdeep. La cena fue interrumpida por la llamada de un cuerno y se les sugirió a los invitados que acompañaran a los demás a la cacería de una bestia... una Manticora salvaje.

La cacería fue afortunada y obtuvieron la cabeza de tan fiera criatura, ganándose la confianza del capitán de las plumas elegantes y como agradecimiento les ofrece pertenecer a su club así como decirles que estaban en una misión secreta de dominar el poder del viento para destruir a los enemigos de Waterdeep.

Al parecer habían logrado infiltrarse a uno de los cultos. Una vez dentro fue cuestión de tiempo para que los intentaran adoctrinar, al parecer había al menos dos tipos de personas en el club, los caballeros de la pluma elegante y sus guías espirituales, también algunos miembros solían simplemente salir sin dar explicaciones y volver solamente diciendo que habían ido a una misión secreta. Por ultimo todo apuntaba a que algo se escondía en donde nacía el rio del valle de los susurros.

Una vez que recolectaron información y pensaron estar fuera de sospechas, decidieron salir y regresar a donde se habían enfrentado al hombre de mimbre y desenterrar ellos mismos el misterioso túnel que se encuentra debajo de la torre de la Luna Escarlata.

Princes of the Apocalypse Session 10: Scarlet Moon Hall – Elizar Dryflagon

Sesión 10: Salón de la Luna Escarlata – El druida del Circulo de la Luna Escarlata

Había sido un difícil primer encuentro con el Circulo de la Luna Escarlata, pero por el momento se sentían seguros. Pronto llegaron algunos aliados del pasado que también estaban investigando los sucesos extraños que acontecían en el valle. Entre ellos un prometedor infiltrador de los Harper que había sido enviado de nuevo a la región después de que su último miembro activo en la región, la hermana Garael, desapareciera sin dejar rastro. Últimamente sus comportamientos habían sido erráticos si no es que delirantes, pero después de los últimos reportes era obvio que algo estaba pasando. Los aventureros hablaron sobre las experiencias que habían tenido pero dejando de lado las bajas causadas, su información era escasa por lo que se procedió a intentar un riesgoso plan, infiltrarse en el culto de la Luna Escarlata y averiguar qué es lo que realmente está sucediendo.

A partir de descripciones, maquillaje y un poco de improvisación el bardo miembro de los Harper logro realizar un bastante creíble disfraz de Druida similar a los utilizados por el Círculo, su facilidad para las palabras y habilidad con la lengua le hicieron darse cuenta de terribles verdades. Todo aquello era un truco para atraer druidas y engrosar las filas de su culto dedicado al fuego, aquellos que no fueran aprobados serían utilizados como sacrificio, que los daños ocasionados por un grupo de aventureros las cosas tendrían que acelerarse enviando parte de sus fuerzas a encontrar los materiales adecuados para terminar un ritual antes de luna llena, que existen cuatro cultos elementales donde ellos han sido los últimos en llegar y que su líder es mujer. Probablemente pudiera obtener más información pero simplemente se estaba exponiendo demasiado, aun así logro coordinar un ataque para asaltar la torre donde se encontraba el autor de lo que había sucedido en el lugar.

La puerta inferior de la torre estaba bloqueada y caliente al tacto por lo cual escalaron los andamios que prendieron en llamas durante los combates, una vez dentro de la torre se encontraron con más guardias y una especie de enano de fuego que termino derribando a uno de los aventureros atravesó de un agujero para caer 15 pies en una pila de escombros ardientes a causa de un numeroso grupo de magmins que rápidamente le rodeo para incinerarlo. Por suerte sus compañeros lograron sacarlo de aquel agujero aunque no sin antes recibir serias quemaduras. Los andamios habían terminado por incendiarse y ser consumidos por las llamas por lo cual su vía de escape había sido perdida, a menos que quisieran caer cercas de treinta pies a una pila de escombros en llamas.

Sin meditarlo y a mitad de territorio enemigo decidieron descansar, pero sus acciones les habían delatado y se les preparaba una emboscada, si subían o los encontraban distraídos un grupo de tres Clérigo Llama Eterna sin disfraz de druida les atacaría con todo lo que tenían. En silencio bajaron las escaleras de la torre esperando sorprenderles y aun que habían tomado desprevenidos a la mayoría, uno de ellos rápidamente se dio cuenta del peligro y lanzo un hechizo de silencio antes de que todos fueran incinerados por bolas de fuego. El silencio no les había permitido lanzar los componentes verbales de sus hechizos. Los clérigos reconocieron el hechizo de silencio y trataron de ponerse fuera de rango, pero cada vez parecía que el silencio les siguiera por lo que subieron a donde su señor les estaba esperando, el druida Elizar Dryflagon.

Elizar se encontraba en el penúltimo piso de la torre esperando información de lo que sucedía, en cuanto llegaron sus hombres protegió el lugar invocando un jardín de espinas esperando que eso retrasara a los aventureros y realizar su escape. Fieles a sus órdenes los clérigos se lanzaron contra los aventureros aun sin contar con su magia mientras que de su pipa Elizar invocaba Mephits de humo que sirvieran de carnada. Una vez en el piso de arriba uso sus poderes para dominar a uno de los murciélagos gigantes que se encontraban en el ático y escapar. Los aventureros quizás habían frustrado los planes del Ritual del Gigante de Mimbre, pero su autor seguía libre.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Princes of the Apocalypse Session 9: Scarlet Moon Hall – Wicker Giant

Sesión 9: Salón de la Luna Escarlata – El Ritual del Gigante de Mimbre 

Como petición de la Enclave Esmeralda se le encargo al clérigo que acompañaba a los aventureros para investigar al obscuro druídico Circulo de la Luna Escarlata que conoce el Ritual del Gigante de Mimbre, un ritual que puede restaurar el balance natural en tan problemática región. Promesas de aprender a su vez el tan necesitado ritual ha creado una atmósfera de anticipación festiva por el ritual que será llevado en la próxima luna llena.

Siguiendo veredas entre las rocosas colinas de Sumber llegan al lugar donde se han concretado otros viajeros como ellos a la expectativa del ritual. A un lado de cada grupo de tiendas de campaña había gigantescas piras de fuego tales que creaban una niebla humo negro que obscurecía la colina y producía picazón en los ojos mientras que a lo lejos se podía ver una extraña figura gigante envuelta en llamas detrás de lo que parecían muros derruidos.

Al entrar al primer campamento encontraron a un grupo de cuatro personas vestidas con simples túnicas, bolsas de hierbas y alces durmiendo cercas. Sin duda daban la apariencia de druidas y al ver a los aventureros les ofrecieron alimentos y comida mientras les explicaban un poco de lo que habían aprendido. Al parecer no todos eran dignos de recibir las enseñanzas de que tenían que ofrecer el Circulo de la Luna Escarlata y se encontraban a la espera de ser llamados y probados para ser dignos de ayudar en la tarea de curar el sufrimiento que la naturaleza tenía en el valle. Sospechando lo peor preguntaron a los jóvenes druidas si la gente que era llamada para probarse digna volvía a sus campamentos. Al parecer si volvían, pero algunos dejaban el lugar mientras que otros decidían quedarse como espectadores y aprender lo que pudieran.

Se despidieron de los druidas y se dirigieron al siguiente grupo de tiendas de campaña al norte encontrándose con dos tipos que vestían harapos y muy velludos quienes al ser interrogados por los viajeros se empezaron a sentir incómodos, parecía fácil amenazar a aquellos para soltar información pero al primer signo de agresión sonrieron alegres de tener al fin una excusa para pelear y en unos instantes aquellos dos hombres mostraron sus colmillos, dos licántropos deseosos de satisfacer sus instintos asesinos. Atacaron ferozmente y terminaron mordiendo a dos de los aventureros contagiándoles su maldición, pero aun con su fiereza terminaron por caer y ser arrojados a la pira para asegurarse de que tales abominaciones no sobrevivieran.

Aquel ataque los había sorprendido, pero de todas formas continuaron adelante hasta poder presenciar las ruinas de lo que debió ser una pequeña fortaleza con apenas medio muro en pie y una torre rodeada de andamios, obviamente por reparaciones. La entrada era custodiada por dos hombres encapuchados túnicas grises y pequeñas bolsas que dejaban entrever ramas y hojas que al notar que alguien se acercaba les informaron que solo cuando sean llamados podrían pasar y que esperaran en los campamentos hasta que fueran llamados. Se retiraron sin causar problemas pero en lugar de obedecer sus órdenes aprovecharon el humo para rodear el lugar y entrar entre los muros derrumbados encontrando que solo era custodiado por un solo hombre que parecía estar algo distraído.

Sin pensar al respecto el hombre fue atacado y derribado antes de que este pudiera si quiera reaccionar, pensaban entrar con gran sigilo pero su impulsividad despertó a dos seres que de inmediato fueron tras los invasores. Empezaron a lanzar poderosos ladridos informando tanto a guardias en los andamios como a los encapuchados de la entrada para luego atacar a los aventureros con su aliento de llamas, sin duda eran sabuesos infernales y no podían significar nada bueno. 

Habían subestimado a los encapuchados y sacando de su manga un pequeño trozo de carbón uno de ellos recito un poderoso hechizo, una bola de fuego, esta envolvió en sus llamas a varios completamente sorprendidos. Hasta el momento el estar juntos había funcionado para protegerse de espadas, flechas y golpes, pero esto cambiaba por completo las cosas y ahora eran un blanco fácil para los masivos hechizos que arrojaban en su contra. Mientras el otro encapuchado empezó a realizar un mantra exclamando frente a un hombre gigante de mimbre que estaba siendo consumido por las llamas "Levántate, limpia este lugar de los indignos".

Las cosas se complicaron muy rápido, se separaron tratando de evitar las bolas de fuego para luego concentrar sus ataques en su fuente. La pelea duro unos segundo pero el otro encapuchado había terminado de recitar su llamado y el gigante de mimbre empezó a moverse. Aquella criatura era un elemental de fuego que estaba enlazado con el ídolo de mimbre, el solo estar cercas de él hacía que las cosas se prendieran en llamas y el guerrero que siempre había acostumbrado estar al frente del combate noto con miedo como su armadura y escudo eran inútiles contra las flamas que cubrían su cuerpo al ser simplemente tocado por la criatura.

Las cosas parecían ponerse peor cada momento ya que la batalla había alertado a campamentos cercanos, un grupo de cuatro aparentes druidas llegaron pidiendo una explicación, por un momento parecería que tendrían que enfrentar a aquellos nuevos refuerzos, pero las bendecidas palabras del clérigo hicieron notar rápido que él ritual era un engaño. Parecieron dudar un momento tres de ellos pero el cuarto les dijo que confiaba en los aventureros y que el evitaría que aquellas profanas llamas se propagaran. Usando magia de truenos y ventiscas ayudaron a demoler aquel profano ídolo. Pero las cosas solo habían comenzado.

Uno de los hombres hizo un extraño símbolo con sus manos al derribar al elemental, un símbolo muy parecido al encontrado entre las posesiones de los piratas que habían atacado Wormford, al parecer un grupo rival era quienes les estaban apoyando. Aunque al notar que no habían reaccionado de la forma esperada, de inmediato supo que no eran miembros, aun que parecían los hombres indicados para acabar con aquellos pirómanos. Se ofrecieron a cuidar la retaguardia mientras los aventureros subían a la torre a derrotar al líder de aquel espectáculo.

Pronto más personas se acercaron al ver que el gigantesco hombre de mimbre caía hecho escombros... y entonces la locura se desato, grupos de bugbers salieron de campamentos, soldados con el poder de calentar sus armas al rojo vivo y los miembros del Circulo de la Luna Escarlata empezaron a atacar a cualquiera que no fuera un obvio aliado. Todo había sido una trampa, al ver cómo la gente empezaba a caer por las llamas decidieron bajar de la torre y asistir a los druidas cercanos a sobrevivir. Lograron rescatarlos y traerlos a la conciencia con magia, pero el espectáculo en los campamentos era simplemente horrible, incontables cadáveres quemados, gente desgarrada por marcas de osos y mordidas de lobo.

Todos estaban heridos de gravedad y aún faltaba lo que estuviera dentro de la torre, tenían que salir de ese lugar y recobrar fuerzas o terminarían incinerados. Una vez a salvos los druidas agradecieron el auxilio y se despidieron mientras eran guiados por aquel que había hecho la señal que eventual mente aprenderá que representa a los cultitas de la ola aplastante. Después de ver los horrores del fuego aquellos traumatizados druidas serian influenciados por los hombres de La Ola Obscura.

Princes of the Apocalypse Session 8: Ironford – New Management

Sesión 8: Ironford – Nueva Administración

Después del enfrentamiento con la líder el monasterio de la Piedra Sagrada, Hellenrae, los aventureros procedieron a recorrer el monasterio y sus profundidades esperando encontrar pistas de lo que sucede en el valle. Adentrándose en las minas debajo del monasterio encontraron una enorme puerta de hierro la cual tenía grabado el símbolo triangular que habían encontrado en Red Larch, el cual daba a una larga escalera que descendía hacia las profundidades. Bajaron un largo tramo, pero seguían heridos y algo en su interior les decía que se estaban metiendo en la boca del lobo por lo cual decidieron dar marcha atrás y volver con energías renovadas.

Una vez fuera recordaron rumores de que la villa de Wormford ha estado sufriendo de amenazas de parte de piratas, atemorizando a los pobladores del mismo. Con eso en mente viajan hacia el pueblo más cercano antes de investigar aquella pista, Ironford. A diferencia de otros pueblos que habían visitado el lugar parecía más una fortaleza que un pueblo con un triple muro protegido por guardias con puertas cerradas en la noche impidiendo que cualquiera pudiera salir o entrar y gran cantidad de guardias como vigías del muro. El interior no era agradable con calles cubiertas de lodo, suciedad y los estrechos caminos hacían que aun en el día hubiera obscuridad en las calles. En su interior pudieron ver que la principal actividad en el pueblo era comercial con gran cantidad de vendedores de todo tipo de mercancías, pero no tardaron mucho en darse cuenta que eran presa fácil para aquellos comerciantes sin escrúpulos. No se podía esperar menos de un asentamiento con gran influencia de los Zhentarim.

Dentro un extraño hombre se acercó a una de los aventureros, miembro de los Zhentarim, para informarle de la ciudad y que si no quería problemas se mantuviera lejos de la posada Bargewright, después de todo es normal que ellos espíen a todos incluyendo a los suyos, o mejor dicho "Especialmente los unos a los otros". Desafortunadamente sus compañeros se habían dirigido al lugar para beber por lo cual tuvo que dirigirse al lugar donde encontró que sus compañeros estaban siendo estafados con precios inflados he interceptado por el dueño de la posada, Nalaskur Thaelond (medio elfo), pidiéndole el favor de cuidar el negocio mientras salía para atender asuntos que requerían de él y ofreciéndole como recompensa oro y una recomendación "con la familia", ella no parecía muy convencida pero él simplemente le dijo que se relajara y lo meditara. Discutió el asunto con sus compañeros y decidieron rechazar la oferta, pero en cuanto empezaron a preguntarse por el dueño, los trabajadores les informaron que su jefe les había
informado que ellos habían aceptado el ofrecimiento y que este ya había salido por la puerta de atrás dejándoles toda la responsabilidad del lugar a ellos. No podían "retractarse" o tendrían más problemas de los cuales ya se habían metido.

Se les informo que su deber era asegurarse de que no hubiera problemas con el negocio así como cuidar las llaves del lugar que procedió a guardar entre sus ropas, después de todo la posada también servía como bodega para los intereses de la ciudad (y los Zhentarim) y que se cuidara de la "Señora de las espadas" la cual protegía el pueblo pero estaba en contra de los modos de "la familia". La joven Zhentarim sin otra cosa por hacer se encargó de la caja mientras miraba a los alrededores con confusión, estaba acostumbrada a meterse en peligro, había peleado con piratas, internado a un monasterio lleno de enemigos y visto extrañas criaturas... pero nada de eso le había preparado para su mayor reto, administrar una posada de forma exitosa. Sus compañeros un poco más conocedores del ambiente de una posada procedieron a ayudarle (después de todo recibirían bebida, comida y hospedaje gratis) ayudando a controlar pelas en el lugar, gente que salía sin pagar y otros asuntos menores.

Todo parecía tranquilo pero a la hora de cerrar el lugar la joven se dio cuenta de algo... en algún momento del día alguien le había robado algunas de las llaves que debía cuidar sin que ella se diera cuenta. La oficial del lugar, Chalaska Muruin "señora de de las espadas" (humana) y guardiana de las puertas de la ciudad pregunto por las llaves para terminar de cerrar todo lo importante del pueblo. Inmediatamente estallo en ira cuando descubrió que faltaban algunas llaves y mando realizar un toque de queda mientras juraba que si algo sucedía la responsabilidad recaería en Nalaskur por dejar a alguien incompetente a cargo (esperando sacar a alguien que sentía que hacia negocios sucios, aunque no tenía ninguna prueba de ello).

Al empezar las sospechas un hombre sale corriendo de la posada para luego ser seguida por un clérigo de la naturaleza y un espía explorador para tratar se seguir su rastro. Había incontables huellas por las transitadas calles pero el toque de queda y su experiencia les permitió seguir las huellas más frescas y dar con un pequeño local de animales exóticos ilegales donde al comerciante de familia noble Kendrin. El hecho de comerciar con animales exóticos enfureció al clérigo de modo que lo castigo haciendo que los mismos animales de la tienda lo mataran. Pero al final todo apuntaba a que había sido un chivo expiatorio de alguien más, manipulado para distraer la atención del verdadero criminal.

Empezaron a investigar en la posada por otros posibles culpables, explorando en las habitaciones y encontrando que la caja fuerte de la posada ya había sido abierta y saqueada, aunque un ojo crítico pudo identificar unas débiles pisadas que parecían de alguien de corta estatura pero con un gran peso, probablemente un enano. Luego de seguir buscando encontraron las llaves y parte del botín robado en la habitación de “la señora de las espadas”.

Parecían tener a la culpable pero las huellas de enano no coincidían, podría ser un cómplice o quizás estaba siendo inculpada, tenían que tratar el tema con cuidado ya que no era cualquier cosa culpar a la líder de la seguridad de todo el pueblo. Intentando demostrar su inocencia antes de culparla y el hecho de que el pueblo estaba cerrado, el criminal tenía que seguir en la posada. Tocaron las habitaciones de los huéspedes para ver si faltaba alguno, provocando que el culpable, Inglor Brathren (Enano), un ambicioso espía Zhentarim que esperaba desacreditar a sus rivales con el engaño.

Una vez terminado sus asuntos en Ironford salieron hacia Wormford encontrándose con un grupo de piratas liderados por un carismático pero cruel Shoalar Quanderil (Water Genasi) quien les intento atacar por sorpresa aunque rápidamente vencido al subestimar demasiado a sus oponentes. Entre sus pertenencias se encontraba un pequeño bosquejo de la región junto con un extraño símbolo.

Al salir del pueblo se encontraron con un grupo de caballeros de Samular que se dirigían hacia el norte, al parecer una alarmante cantidad de orcos atacaban granjas y otros asentamientos pequeños. Todo apuntaba a que son la avanzada de algo mucho más grave.

Tenían varias opciones de donde dirigirse a continuación, ver las profundidades del monasterio, la extraña torre de nobles de Waterdeep o el mapa que parecía mostrar la guarida de los piratas, pero decidieron ir tras el rumor de un grupo de druidas que planeaban hacer un ritual para terminar con el extraño clima en la región.