Sesión 5: Monasterio de la Piedra Sagrada – Orden de la Piedra Sagrada
Los aventureros lograron infiltrarse en el Monasterio de la Piedra sagrada gracias a que uno de sus miembros había logrado entrar con el amparo de la noche y abrir la entrada principal a sus aliados. Sin duda aquella situación seria ventajosa ya que al parecer la mayoría de los miembros de la orden que habitaban aquel lugar se encontraban durmiendo, haciendo que la seguridad fuera poca. Con esa ventaja decidieron explorar el lugar en búsqueda de pistas aun que tenían ya muchas sospechas de que ellos estaban directamente involucrados en el ataque a la delegación extraviada.
Cruzaron por un pasillo a la entrada de la sala de la entrada por el camino de la izquierda, dirección contraria por donde se había infiltrado originalmente quien abrió la puerta. Desgraciadamente el sigilo no era una habilidad compartida por todo el grupo por lo cual los monjes que meditaban en su habitación reconocieron pasos extraños, no tardaron en darse cuenta por las palabras y sonidos que se trataba de intrusos, pasando a despertar a los demás para hacerles frente.
El pasillo se llenó de monjes que desarmados y sin armadura se lanzaron sin mostrar miedo a los agresores, tratando de rodearles y usando su gran flexibilidad para pasar entre ellos y rodearles.
Por un momento pensaron que un grupo de personas desarmadas no serían problema pero pronto los monjes utilizaron sus maniobras de combate para derribar a sus oponentes poniéndoles en desventaja así como atacar de forma coordinada. Aquel ataque coordinado dejo sorprendidos a los aventureros quienes estaban acostumbrados a pelear con simples bandidos pero pronto pudieron ver que su falta de armadura los hacia realmente frágiles si es que llegaban a acertar a alguno de ellos.
Poco a poco la situación parecía recuperarse en favor de los aventureros cuando otra de las puertas cercanas se abrió mostrando a dos feroces guerreros en armadura de roca y un sujeto en túnica simple café. Sin duda era la misma armadura que usaban los esclavistas que habían encontrado antes, no había ya duda de que quienes sean las personas que habitaban en el monasterio, no podían tener buenas intenciones. El sujeto en túnica, aun bostezando por la hora empezó a trepar por las paredes hasta el techo y atacar con poderosa magia a los presentes mientras los demás contrincantes atacaban o derribaban a los más indefensos que pudieran tomar. La situación era critica aun que si no fuera por atacar mientras dormían hubieran tenido que enfrentar a toda la fuerza del Monasterio de una sola vez en lugar de en olas, pero al final lograron sobreponerse a la desventaja y usar sus habitaciones para descansar un momento.
Después de eso empezaron a ser más precavidos, apenas habían caminado unos metros dentro del complejo cuando ya todos se encontraban bastante lastimados. Lograron percibir que los cuartos cercanos se encontraban vacíos a excepción de uno de ellos, aprovecharon para atacarles encontrando que eran un grupo de Duergars, enanos corrompidos hace generaciones para convertirse en avaros y tiránicos. Una vez limpia el área de enemigos procedió más al norte en el monasterio hasta llegar a un amplio comedor y sorprender a cuatro monjes que preparaban alimentos en la cocina, que fanática y valientemente pelearon aun en desventaja hasta que no pudieron más contra los intrusos, ignorando toda opción de rendición.
Continuaron explorando el lugar convencidos de que su mano era justa para llegar a un gigantesco santuario donde un solitario hombre en túnica café murmuraba algunas palabras. Al darse cuenta de que había intrusos se preparó para enfrentarlos para darse cuenta de que les conocía, eran aquellas personas quienes habían interferido y alentado sus planes en la tumba de las piedras móviles debajo de Red Larch. Deseoso de venganza ataco a los aventureros con poderosa magia, pero estos observándolo completamente solo en la habitación fueron contra él sin ningún miedo… hasta que las estatuas que se encontraban en las columnas del lugar empezaron a volar en dirección de los desprevenidos intrusos atacándoles con garras y dientes de piedra. Usaron poderosa magia contra él que era anulada con apenas unas palabras y parecía estar tan bien protegido como el más duro de ellos. Pero seguía siendo una batalla de tres contra cinco y cuando las cosas empezaron a ponerse en su contra decidió escapar, usando su afinidad con la tierra para correr hasta perderse de vista en un solo instante.
La figura en túnica café no era otro más que el clérigo Larrakh, una desgracia entre sus hermanos al fallar varias veces sus misiones iniciales, pero después de sobrevivir donde su rival Qarbo había fallado y muerto patéticamente en la intrusión de los aventureros, teniendo información de primera mano de los incluso después de semanas de investigar sobre ellos y una serie de esquemas en su contra, sin duda estaría de nuevo en la gracia de su señor ¿Quién diría que el mismo puñado de aventureros del que pensaba vengarse resultaran ser un enemigo para todos sus hermanos? En un par de días sus hermanos conocerían quienes eran sus enemigos, como peleaban y sus posibles puntos débiles.
Desanimados por la fuga del hombre de túnica café encontraron que el gran santuario fue alguna vez un altar dedicado a Moradin, el dios patrón de los enanos, ahora profanado y convertido en un extraño altar para los habitantes actuales del Monasterio. Encontraron unas escaleras que abrían unas escaleras en el centro de la habitación y bajaron a un lugar donde se encontraba una bestia encerrada con hambre de destruirlos, con una llave recogida pudieron abrir la puerta de hierro que podría separarlos de aquella criatura que luchaba frenéticamente por liberarles y encontrar un lugar donde pudieran descansar.
Se encontraban a mitad del territorio enemigo, aun no sabían a que se estaban enfrentando, pero sin duda estaban sobre la pista correcta. Al parecer el asunto era más grande que una simple delegación asaltada.
jueves, 24 de septiembre de 2015
Princes of the Apocalypse Session 4: Sumber Hills - Early investigations
Sesión 4: Colinas Sumber- Investigaciones
Los aventureros llegaron al tranquilo pueblo de Westbridge, pueblo habitado principalmente por medianos, a excepción de la posada, todo parecía demasiado pequeño para los viajeros de tamaño humano. No tardaron mucho en obtener pistas de la delegación perdida y averiguar que esta había viajado hacia Beliard, a dos días de camino en caballos, cruzando por uno de las más famosas piezas de arquitectura enana, el puente de piedra.
Avanzaron por un día sin contratiempos y al cruzar el puente de piedra pudieron presenciar un extraño efecto climático, el tiempo que había estado soleado y sin viento cambio de forma violenta en cuestión de minutos para convertirse en un cielo nublado, con fuertes vientos, lluvia tempestuosa y relámpagos surcando el cielo. No les tomo mucho darse cuenta que algo estaba alterando el clima, ya que tales cambios simplemente no podían darse naturalmente. Redujeron la velocidad de los caballos por miedo a que una carrera acelerada les cansara o provocaran un accidente. Una hora después, tan rápido como había iniciado, el cielo se despejo y volvió a estar despejado y tranquilo.
Una vez llegados al pueblo de Beliard empezaron a hablar con la gente en busca de pistas de la delegación, era un tema del cual todos hablaban pero del cual pocos sabían algo que pudiera ser útil además del destino que esperaban tener, el Summit Hall, fortaleza custodiada por caballeros y paladines de Tyr, lugar donde dejarían los restos de un héroe caído encontrarían su descanso final. Al hablar con los vigilantes, la fuerza armada del lugar, pudieron descubrir que un sujeto con una máscara dorada había estado vigilando a los delegados así como un avistamiento de hombres en armaduras blancas y capas azules que se reportaron volando en dirección de la diligencia tiempo después de que estos habían marchado.
El camino por el cual se dirigía la diligencia se internaba en el peligroso territorio de las colinas de Sumber, tendrían que tener gran suerte para encontrar los restos de lo que quedara de la caravana y previniendo una tragedia decidieron dejar a los caballos en un establo pagando por adelantado varias semanas de cuidados. Se internaron en las colinas siguiendo el camino que les debería llevar a su destino, pero la noche pronto llego y decidieron acampar. Uno de los aventureros pensando en buscar algo de alimentos para la cena se dio cuenta de que su compañero animal se negaba a moverse hacia cierta dirección, algo que lo tenía completamente alterado. Alertando de esto a los demás dejo a su compañero animal cuidando el campamento que habían hecho e investigar lo sucedido.
Sintieron un escalofrió mientras viajaban fuera del camino y pudieron encontrar lo que simplemente parecía una escena de masacre, decenas de guerreros caídos, tanto humanos como bugbers con emblemas del mismo símbolo que habían encontrado en los cadáveres debajo de RedLarch, los restos de los carruajes estaban destruidos debajo de enormes piedras que parecían haber sido movidas con poderosa magia elemental y el cuerpo de un monje con mascara de gárgola dorada indicaba que la pista seguida había sido acertada. Desafortunadamente no había señal de ninguno de los delegados o la preciada carga que transportaban.
Pronto escucharon sonidos de combate en su campamento y corriendo lo mas rápido que pudieron encontraron a un grupo de ghouls que estaban atacando al animal que había sido dejado de guardia. El combate fue corto pero el animal parecía estar gravemente herido, su dueño pensando que ya no le sería útil pensó en sacrificarlo pero los demás intervinieron y clamando el favor divino rogaron por la salud del valiente animal el cual recupero las fuerzas y logro volver a moverse.
Al día siguiente llegan al Summit Hall diciendo lo que habían descubierto, los caballeros del lugar se quedaron un poco sorprendidos de pensar que monjes pudieran tener si quiera algo que ver con el asunto, eran muy reclusivos y era extraño si quiera encontrarles fuera de los muros donde habitaban, después de todo ellos habían peleado para liberar un lugar infestado de monstruos y convertirlo en su propio santuario. Se les indico el camino más seguro, el cual tendría que cruzar el pueblo de Womford el cual era cercano al pueblo donde habían iniciado sus investigaciones (Red Larch).
En Wormford intentaron recolectar más pistas, pero sin importar a quien le preguntaran, nadie parecía si quiera conocer a los monjes que tenían su santuario cercas del lugar. Aunque por otro lado al mencionar las aves gigantes obtuvieron indicaciones de que nobles de Waterdeep habían limpiado una antigua torre de monstruos para luego abrir un club que se encontraba a medio día de Red Larch.
Se dirigieron al lugar reclamado y ahora nombrado Santuario de la Piedra Sagrada por los monjes intentando convencerles de permitirles la entrada, pero como se hace con cualquier vendedor insistente simplemente dejaron de responder hasta que los aventureros se dieron cuenta que esa idea era simplemente inútil. Pero no desistirían, en el amparo de la noche aquellos con pies ligeros y silenciosos lograron entrar por una de las entradas laterales, recorriendo un poco el lugar hasta llegar a la entrada principal para abrir las puertas a sus compañeros.
¿Qué encontraran en aquel lugar? ¿Habrán sido inculpados injustamente o algún obscuro esquema se estará tramando tras esos muros?
Los aventureros llegaron al tranquilo pueblo de Westbridge, pueblo habitado principalmente por medianos, a excepción de la posada, todo parecía demasiado pequeño para los viajeros de tamaño humano. No tardaron mucho en obtener pistas de la delegación perdida y averiguar que esta había viajado hacia Beliard, a dos días de camino en caballos, cruzando por uno de las más famosas piezas de arquitectura enana, el puente de piedra.
Avanzaron por un día sin contratiempos y al cruzar el puente de piedra pudieron presenciar un extraño efecto climático, el tiempo que había estado soleado y sin viento cambio de forma violenta en cuestión de minutos para convertirse en un cielo nublado, con fuertes vientos, lluvia tempestuosa y relámpagos surcando el cielo. No les tomo mucho darse cuenta que algo estaba alterando el clima, ya que tales cambios simplemente no podían darse naturalmente. Redujeron la velocidad de los caballos por miedo a que una carrera acelerada les cansara o provocaran un accidente. Una hora después, tan rápido como había iniciado, el cielo se despejo y volvió a estar despejado y tranquilo.
Una vez llegados al pueblo de Beliard empezaron a hablar con la gente en busca de pistas de la delegación, era un tema del cual todos hablaban pero del cual pocos sabían algo que pudiera ser útil además del destino que esperaban tener, el Summit Hall, fortaleza custodiada por caballeros y paladines de Tyr, lugar donde dejarían los restos de un héroe caído encontrarían su descanso final. Al hablar con los vigilantes, la fuerza armada del lugar, pudieron descubrir que un sujeto con una máscara dorada había estado vigilando a los delegados así como un avistamiento de hombres en armaduras blancas y capas azules que se reportaron volando en dirección de la diligencia tiempo después de que estos habían marchado.
El camino por el cual se dirigía la diligencia se internaba en el peligroso territorio de las colinas de Sumber, tendrían que tener gran suerte para encontrar los restos de lo que quedara de la caravana y previniendo una tragedia decidieron dejar a los caballos en un establo pagando por adelantado varias semanas de cuidados. Se internaron en las colinas siguiendo el camino que les debería llevar a su destino, pero la noche pronto llego y decidieron acampar. Uno de los aventureros pensando en buscar algo de alimentos para la cena se dio cuenta de que su compañero animal se negaba a moverse hacia cierta dirección, algo que lo tenía completamente alterado. Alertando de esto a los demás dejo a su compañero animal cuidando el campamento que habían hecho e investigar lo sucedido.
Sintieron un escalofrió mientras viajaban fuera del camino y pudieron encontrar lo que simplemente parecía una escena de masacre, decenas de guerreros caídos, tanto humanos como bugbers con emblemas del mismo símbolo que habían encontrado en los cadáveres debajo de RedLarch, los restos de los carruajes estaban destruidos debajo de enormes piedras que parecían haber sido movidas con poderosa magia elemental y el cuerpo de un monje con mascara de gárgola dorada indicaba que la pista seguida había sido acertada. Desafortunadamente no había señal de ninguno de los delegados o la preciada carga que transportaban.
Pronto escucharon sonidos de combate en su campamento y corriendo lo mas rápido que pudieron encontraron a un grupo de ghouls que estaban atacando al animal que había sido dejado de guardia. El combate fue corto pero el animal parecía estar gravemente herido, su dueño pensando que ya no le sería útil pensó en sacrificarlo pero los demás intervinieron y clamando el favor divino rogaron por la salud del valiente animal el cual recupero las fuerzas y logro volver a moverse.
Al día siguiente llegan al Summit Hall diciendo lo que habían descubierto, los caballeros del lugar se quedaron un poco sorprendidos de pensar que monjes pudieran tener si quiera algo que ver con el asunto, eran muy reclusivos y era extraño si quiera encontrarles fuera de los muros donde habitaban, después de todo ellos habían peleado para liberar un lugar infestado de monstruos y convertirlo en su propio santuario. Se les indico el camino más seguro, el cual tendría que cruzar el pueblo de Womford el cual era cercano al pueblo donde habían iniciado sus investigaciones (Red Larch).
En Wormford intentaron recolectar más pistas, pero sin importar a quien le preguntaran, nadie parecía si quiera conocer a los monjes que tenían su santuario cercas del lugar. Aunque por otro lado al mencionar las aves gigantes obtuvieron indicaciones de que nobles de Waterdeep habían limpiado una antigua torre de monstruos para luego abrir un club que se encontraba a medio día de Red Larch.
Se dirigieron al lugar reclamado y ahora nombrado Santuario de la Piedra Sagrada por los monjes intentando convencerles de permitirles la entrada, pero como se hace con cualquier vendedor insistente simplemente dejaron de responder hasta que los aventureros se dieron cuenta que esa idea era simplemente inútil. Pero no desistirían, en el amparo de la noche aquellos con pies ligeros y silenciosos lograron entrar por una de las entradas laterales, recorriendo un poco el lugar hasta llegar a la entrada principal para abrir las puertas a sus compañeros.
¿Qué encontraran en aquel lugar? ¿Habrán sido inculpados injustamente o algún obscuro esquema se estará tramando tras esos muros?
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Princes of the Apocalypse Session 3: The Long Road - The Missing Delegation
Sesión 3: Camino a Westbridge - La delegación perdida
Después de la revelación del culto de los Believers y el descubrimiento de sacrificios humanos en su propio pueblo, Red Larch lentamente ha vuelto a la normalidad mientras que las personas que lo habían ocultado y participado se encontrar aún en proceso de juicio por las autoridades del pueblo. Desafortunadamente un aire de ansiedad y miedo es cada vez más latente en las poblaciones del Valle Dessarin donde las voces hablan de asaltantes feroces, monstruos acechantes, sospechosos extraños e inoportuno clima. Aun peor, una importante delegación desde la ciudad de Mirabar ha desaparecido mientras viajaba a través de Sumber Hill, en el corazón del valle Dessarin.
Se les permitió acampar a las afueras del pueblo de Red Larch al grupo de aventureros que descubrió los crímenes descubiertos bajo su suelo por el hecho de haber estado intentando ayudar al pueblo, pero igualmente como castigo por la destrucción y alteración de la normalmente comunidad que aun seguía debatiéndose en que pensar de aquellas personas. Una vez que recibieron de parte de sus facciones la misión de encontrar la delegación perdida, aprovechándose de la posición de lugar de paso del pueblo, se cubrieron en túnicas esperando contactar a sus aliados y encontrar pistas que les ayudaran a resolver el misterio.
Esto les llevo a la taberna llamada "El casco en el sol en alto" conocido por servir y emborrachar a su clientela todas las horas del día hasta dejar a sus fieles tirados en el suelo. Entre los parroquianos encontraron a alguien que decía haber pertenecido a la diligencia perdida antes de abandonarla por diferencias con los demás y problemas de bebida, pero informándoles que la última vez que les había visto fue en Westbridge en camino a Beliard para dirigirse al monasterio de la sala cumbre.
Con esta información dispusieron dirigirse hacia Wesbridge para seguir la pista de los desaparecidos. Desviándose un poco del camino regresaron a la tumba que aquel poltergeist custodiaba, derrotándole después de una larga y desesperante batalla donde por un momento pareció que nunca podrían tocarlo para luego ser destruido con poderosa magia de un solo impacto. El espíritu se lamentó el fallar en proteger a su señor desvaneciéndose para dejarles libre el camino al pillaje. Irrumpieron la tumba custodiada y como ultima defensa una espada encantada ataco a los asalta tumbas en un último intento de proteger la tumba, pero rápidamente fue destruida dejando un presentimiento, por un instante, de quizás no habían hecho lo correcto.
En la tarde de ese mismo día avanzaron parte del camino que les llevaría a su destino cuando un grupo de Ankhers, insectos monstruosos, les atacaran buscando llevarlos como alimento a sus nidos. Eran criaturas que nunca habían tratado y con temor observaron cómo sus caballeros protectores, siempre normalmente al frente de la batalla protegiéndoles de todos los ataques, estaban siendo literalmente digeridos por los chorros de ácido que los insectos arrojaban a sus presas. Pero al final su organización logro que triunfaran.
Ya en la noche caballos estaban cansados y encontraron unas tiendas de campaña donde hombres alegres tenían un campamento y se preparaban para cenar. Los viajeros decidieron que sería un lugar seguro acampar a su lado, pero las sospechas de uno de ellos les hicieron descubrir que quizás su noche no sería tranquila a su lado. Ya en la madrugada los sujetos apagaron el fuego y se retiraron a sus tiendas para luego realizar una emboscada contra los viajeros junto con cuatro grandes hombres en extrañas armaduras hechas de piedra, pero conociendo que quizás los emboscarían se prepararon para el combate logrando derrotarles, aunque a costa de perder un caballo. En las tiendas de ellos encontraron cuerdas, esposas y cadenas, todo apuntaba a que eran un grupo de esclavistas, pero nada que revelara de donde provenían o quienes eran.
El día siguiente no hubo altercados y al fin llegaron a Westbridge, pero por primera vez comprendieron lo realmente peligroso que era realmente la frontera salvaje.
Después de la revelación del culto de los Believers y el descubrimiento de sacrificios humanos en su propio pueblo, Red Larch lentamente ha vuelto a la normalidad mientras que las personas que lo habían ocultado y participado se encontrar aún en proceso de juicio por las autoridades del pueblo. Desafortunadamente un aire de ansiedad y miedo es cada vez más latente en las poblaciones del Valle Dessarin donde las voces hablan de asaltantes feroces, monstruos acechantes, sospechosos extraños e inoportuno clima. Aun peor, una importante delegación desde la ciudad de Mirabar ha desaparecido mientras viajaba a través de Sumber Hill, en el corazón del valle Dessarin.
Se les permitió acampar a las afueras del pueblo de Red Larch al grupo de aventureros que descubrió los crímenes descubiertos bajo su suelo por el hecho de haber estado intentando ayudar al pueblo, pero igualmente como castigo por la destrucción y alteración de la normalmente comunidad que aun seguía debatiéndose en que pensar de aquellas personas. Una vez que recibieron de parte de sus facciones la misión de encontrar la delegación perdida, aprovechándose de la posición de lugar de paso del pueblo, se cubrieron en túnicas esperando contactar a sus aliados y encontrar pistas que les ayudaran a resolver el misterio.
Esto les llevo a la taberna llamada "El casco en el sol en alto" conocido por servir y emborrachar a su clientela todas las horas del día hasta dejar a sus fieles tirados en el suelo. Entre los parroquianos encontraron a alguien que decía haber pertenecido a la diligencia perdida antes de abandonarla por diferencias con los demás y problemas de bebida, pero informándoles que la última vez que les había visto fue en Westbridge en camino a Beliard para dirigirse al monasterio de la sala cumbre.
Con esta información dispusieron dirigirse hacia Wesbridge para seguir la pista de los desaparecidos. Desviándose un poco del camino regresaron a la tumba que aquel poltergeist custodiaba, derrotándole después de una larga y desesperante batalla donde por un momento pareció que nunca podrían tocarlo para luego ser destruido con poderosa magia de un solo impacto. El espíritu se lamentó el fallar en proteger a su señor desvaneciéndose para dejarles libre el camino al pillaje. Irrumpieron la tumba custodiada y como ultima defensa una espada encantada ataco a los asalta tumbas en un último intento de proteger la tumba, pero rápidamente fue destruida dejando un presentimiento, por un instante, de quizás no habían hecho lo correcto.
En la tarde de ese mismo día avanzaron parte del camino que les llevaría a su destino cuando un grupo de Ankhers, insectos monstruosos, les atacaran buscando llevarlos como alimento a sus nidos. Eran criaturas que nunca habían tratado y con temor observaron cómo sus caballeros protectores, siempre normalmente al frente de la batalla protegiéndoles de todos los ataques, estaban siendo literalmente digeridos por los chorros de ácido que los insectos arrojaban a sus presas. Pero al final su organización logro que triunfaran.
Ya en la noche caballos estaban cansados y encontraron unas tiendas de campaña donde hombres alegres tenían un campamento y se preparaban para cenar. Los viajeros decidieron que sería un lugar seguro acampar a su lado, pero las sospechas de uno de ellos les hicieron descubrir que quizás su noche no sería tranquila a su lado. Ya en la madrugada los sujetos apagaron el fuego y se retiraron a sus tiendas para luego realizar una emboscada contra los viajeros junto con cuatro grandes hombres en extrañas armaduras hechas de piedra, pero conociendo que quizás los emboscarían se prepararon para el combate logrando derrotarles, aunque a costa de perder un caballo. En las tiendas de ellos encontraron cuerdas, esposas y cadenas, todo apuntaba a que eran un grupo de esclavistas, pero nada que revelara de donde provenían o quienes eran.
El día siguiente no hubo altercados y al fin llegaron a Westbridge, pero por primera vez comprendieron lo realmente peligroso que era realmente la frontera salvaje.
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