Habían derrotado al profeta del agua, aquel tridente que tenía en la mano se quedó flotando en el agua mientras que las pinzas de cangrejo ascendieron hasta la superficie. El guerrero empezó a nadar para obtener tan peculiar reliquia y al tocarlo sintió un frio antinatural. Pero cuando estaba empezando a ascender sintió que había algo más en el agua con él, una extraña criatura que solo podía ser descrito como una rana musculosa demoniaca (Hezrou) que intentaba apresarlo y llevarlo a las profundidades.
Al mismo tiempo múltiples cultistas y clérigos empezaron a llegar al lugar, la explosión que había sucedido momentos antes los había alertado a todos y si su líder no estaba, solo podía significar que quien derrotara a los aventureros podría hacerse con el control o incluso derrocar a su líder si este se encontraba debilitado después de derrotar a los intrusos. Una vez que tuvieron un momento de paz uno de los aventureros se disfrazó del profeta del agua cuando otro grupo de piratas dirigidos por Morbeoth (un One-Eyed Shiver) atacaron. Los piratas atacaron mientras el observaba, se veía como Gar pero su actitud era diferente, no estaba completamente seguro de si era el pero si lograba matarle, en cualquiera de ambos casos el ganaba. Pero rápidamente las cosas se pusieron en su contra y un golpe en su ojo de hielo hizo que perdiera el control de la magia que se le había concebido, término congelándose completamente para luego ser roto a pedazos de un golpe.
Un líder mas y el culto de la ola aplastante, pero no tenían idea de donde podrían encontrar a la bruja. Examinaron el altar que se encontraba en la habitación para encontrar un pequeño cristal con agua en su interior que podía cambiar dependiendo del humor de su portador, aparentemente una baratija sin importancia. Continuaron por la puerta que estaba al fondo de la habitación del altar y después de caminar un rato encontraron una habitación sumida completamente en obscuridad. Uno de los aventureros que podía ver atreves de aquellas tinieblas fue llamado por una voz en su cabeza que le decía que solo podría pasar si respondía tres preguntas. "¿A quién sirves?" ¿Que eres tú?" y "¿Que se encuentra debajo?". Respondió las preguntas y la voz le dijo que pasara solo, que los demás debían contestar sus preguntas antes de pasar y se adentró solo a lo desconocido.
Aquello era una trampa, gas venenoso empezó a llenar el lugar y en la obscuridad el aventurero pudo ver una criatura insectoide armada con un tridente esperándole para combatir (un mezzoloth). Al escuchar toser y sonido de combate sus compañeros se dirigieron al túnel donde la nube no los alcanzara, pero esta empezó a avanzar a su dirección, empezando a asfixiar a casi todos los presentes. Uno de los aventureros estaba a punto de perder el conocimiento cuando uno de ellos saco rápido un scroll mágico para invocar a un elemental de viento que pudiera librarles del gas. Una vez sin esa defensa la criatura pudo ser destruida.
Descendieron por las escaleras que parecían extremadamente largas hasta encontrarse en lo que parecía ser una complejo subterránea debajo del templo. La arquitectura no coincidía con el origen enano de las ruinas de Belsimer, más bien parecían ser de origen drow. El suelo estaba cubierto por una extraña nube negra de sensación grasienta que ocultaba la visibilidad, opacaba los sonidos y acercarse a ella producía nauseas. El cristal de agua empezo a reaccionar al estar en aquel templo y al acercarlo a la niebla negra esta empezo a subir y ponerse espeza como si quisiera evitar que los presentes escaparan, sin duda aquello no era natural y decidieron regresar. No tenían ni la menor idea de lo que habían encontrado pero parecía no parecía ser el lugar de descanso de la bruja del mar.
Después de volver al templo del agua continuaron explorando por rastros de la bruja y encontraron una habitación custodiada por dos ogros y una mujer cubierta por una cortina. En cuanto se descorrió algunos de los aventureros sintieron miedo de solo ver como su piel parecía explotar en burbujas de pus. Profetizo que sería su ultimo día pero que eso no sería suficiente para detener a Olhydra. En cuanto fue abatida, su cuerpo empezó a derretirse hasta quedar un charco repulsivo en el suelo. El culto de la ola aplastante estaba disuelto.
Los aventureros salieron alegres de tener al fin una victoria, muchos de los piratas al darse cuenta de lo que había sucedido desertaron y saquearon todo lo que no estuviera protegido, escondido o clavado al suelo. Solo los verdaderos creyentes de Olhydra se introdujeron al antiguo templo drow esperando que un nuevo profeta se revelara.